Especial Melide II

Las pulpitos son cuatro mozas que a pesar de su juventud "los tienen muy buen puestos" vamos que saben lo que quieren.Las protagonistas son: Cristina (Chipi) Sofía, Elena y Bea.

Estábamos ya acabando los manjares y yo como siempre haciendo el payaso, (con todo mi respeto hacia esta profesión, ellos no tienen la culpa que yo sea como soy), me puse unas gafas que Javi siempre me deja cuando salimos, que tienen la particularidad de tener unos ojos saltones serigrafiados por fuera, al mirar al frente derecha había unas mozas peregrinas de callos, juanetes y demás males que sufre uno cuando anda mucho, y noté como Chipi, disimuladamente le decía a Sofía, mira ese tiene unos ojos que parece le hallan pinchado con la varilla de los pinchitos morunos picantes...bueno, en realidad dijo, mira que gafas, se giraron las cuatro me miraron me sonrieron y así quedó la cosa.

Al lado de las pulpitos se sentaron, Sean Connery, Mijager y supongo que el representante de ambos. Antonia con unos "vasitos de vino" en el cuerpo y bien conocedora de mi timidez, se acercó a mi "¿Por qué no le haces una caricatura al Connery y con la escusa le pides un autógrafo?" yo con la simpatía que me caracteriza le contesté que se comprara un desierto de 5.000.000.000 de m2 y se perdiera y para finalizar como buen marido rematé con "lo que tu digas cariño" haciendo lo sugerido.

Nuestra mesa era bastante larga, estábamos los seis y a mi lado izquierdo un poco separado sentábase José María, un bombero andorrano, al menos es lo que ponía en el mallot de ciclista (igual era trapecista nacido en Budapest) y en frente de el dos ciclistas más, Benjamin y Pablo, estos dos iban juntos y haciendo un promedio de 100 kms. diarios o algo así por carretera, "ahivá la hostia" , muy majicos los tres.

Un grupo o dos o tres de peregrinos, todos ellos juntos también fueron actores de una historia en la pulpería, pero los "xupitos" los tomaron con Loli y Antonia, por tanto no os puedo decir sus nombres, pero desde aquí les mandamos un gran saludo y se que ellos y todos los demás habrán conseguido llegar a Santiago olvidando lo malo y atesorando todas las emociones vividas en el camino.

Aún queda más relato, pero cuando conecte será otro día...por cierto esta vez pongo evidencias gráficas...yo no me invento "ná de ná". bsicos.